308 - Otra teoría en torno al pacto con Irán: venta de uranio enriquecido

1.- Otra teoría en torno al pacto con Irán: venta de uranio enriquecido

Por Luis Gasulla (*) | La sostiene, entre otros, el ex titular de la SIDE, Miguel Angel Toma. Opinan Gabriel Levinas, Laura Alonso y Paula Oliveto Lago.



“El negocio real era el uranio enriquecido”. La declaración me la hicieron un día después del 18F. Y quien menciona las palabras es un exallegado de Luis D’Elía que participó de reuniones en las que el expiquetero relató de qué hablaba cuando visitaba a Oscar Parrilli en la Rosada. De esos encuentros también habría participado el canciller Héctor Timerman. “Ni granos, ni pretróleo. A lo sumo son los negocios que “el gordo (por D’Elía) podía llegar a cerrar con Khalil”, añadió la fuente en estricto off the record.

La hipótesis se deslizó en varias oportunidades. En una columna del 18 de diciembre de 2012 en el diario Clarín, el extitular de la SIDE, Miguel Ángel Toma opinaba sobre el polémico memorándum: "Sabemos lo que quiere Irán: obtener tecnología nuclear que le permita acelerar el proceso de enriquecimiento de uranio y poder convertirlo en potencial militar".

Dos años después, el exdiputado nacional le aseguró a Perfil.com que "el acuerdo con Irán le servía a ellos para normalizar su relación con Argentina y tener el visto bueno internacional para cerrar su plan nuclear". Toma explicó que "hay serias sospechas de que Argentina triangulaba envío de científicos y tecnología a Teherán a través de Caracas, Venezuela".

Según el extitular de la SIDE, "estos viajes se produjeron desde 2008" y la venta de uranio enriquecido "no constituye un delito en sí" pero "sería colaborar con un país en el desarrollo de su energía nuclear con fines bélicos", lo que implicaría "una ruptura internacional con Occidente". Para Toma, "Argentina tiene el 100% de tecnología para fabricar una bomba atómica y sus conocimientos los necesita Irán".

Por su parte, el periodista Gabriel Levinas -que investigó el atentado a la AMIA-, explicó a Perfil.com que "Atucha II es única en el mundo y su plan nuclear siempre fue la fabricación de uranio enriquecido". El creador de la emblemática revista El Porteñorecordó que "evitamos ese plan en 1982 cuando los milicos querían avanzar" y "es posible que el kirchnerismo haya retomado la idea de Onganía y Videla". Para Levinas, "el plan nuclear iraní original lo diseñó un argentino" y "esa relación jamás se cortó".

Laura Alonso, diputada nacional del PRO, que dialogó con Alberto Nisman poco antes de su muerte, declaró a Perfil.com que “el tema que mencionás es mi sospecha desde el inicio”. Para la legisladora Paula Oliveto Lago de la Coalición Cívica, "no nos sorprende el tema del uranio enriquecido. Después de escuchar a D’Elia y Khalil, todo es posible. Esperemos que la justicia investigue".

Las escuchas de Nisman

“Imaginate las cosas que D’Elía le debe haber dicho a Yussuf en las escuchas”, añade la fuente. “Nisman lo sabía”, asegura. Siguiendo la línea de Levinas, a la fuente le consta que el exembajador argentino en Siria, el peronista porteño Roberto Ahuad, “era de la banda de Khalil” y que el dirigente cercano a Irán impulsó su elección como embajador. Ahuad fue candidato a legislador junto con Daniel Filmus y siempre negó todo en distintos programas televisivos.

¿En qué le convenía a D’Elia ser parte de reuniones tan peligrosas siendo el fusible más sencillo de cambiar para el gobierno?, le pregunté al testigo: “Luis tenía sus contactos y económicamente era una posibilidad única: les iba a pedir la exclusividad para exportar soja con sus transportes a Irán y a Medio Oriente”. De hecho, quién sería su testaferro, Mario Codarín, nombró el tema cuando Levinas lo contactó para el programa de Jorge Lanata. El expiquetero luego grabó un video con Codarín en el que aseguraba que le había plantado un testigo falso al periodista de Canal 13. 

“Los periodistas repiten que Kirchner lo echó al gordo pero él nunca se fue. Siguió manejando su Secretaría con gente de su extrema confianza. Fue quien aguantó los trapos y sacó a la gente de Plaza de Mayo en el peor momento de Cristina, durante la crisis del campo de 2008. La sede de su partido Miles, en Once, se la dio Néstor. ¿Te parece poco?”.

El repaso histórico de la influencia de D´Elia en el gobierno de Néstor y Cristina es avalado por sus allegados, que concedieron una entrevista con Perfil.com pero luego se arrepintieron. Consultados sobre la venta de uranio a Irán que no llegó a concretarse, uno de ellos se preguntó: “¿Me estás dando a entender que habríamos hecho algo así como la venta de armas de Menem a Ecuador? Luis se río cuando se lo comenté”. En el entorno de Fernando Esteche, la pregunta los encolerizó: “¿Querés que te diga que hay una valija de uranio dando vueltas?”.

El uranio enriquecido

Según Robert Einhorn, experto norteamericano en energía nuclear, Irán cuenta con 1.500 kilos de uranio poco enriquecido almacenado y se estima que “en 12 o 14 meses tendrá el valor de uranio militar para una bomba nuclear”.

La Agencia Internacional para la Energía Atómica (AIEA) informó a comienzos del 2015 que “Irán ya no tiene uranio enriquecido por encima del 5%”. Justamente, la riqueza que Argentina posee aunque “con fines pacíficos” como señaló varias veces la Presidenta.

Fuente: Perfil
Por: Luis Gasulla
Fecha: 25|02|15

http://www.perfil.com/politica/otra-teoria-en-torno-al-pacto-con-iran-venta-de-uranio-enriquecido-0225-0042.phtml


2.- Las verdaderas razones del pacto con Irán


La muerte de Nisman. La transferencia de tecnología nuclear argentina, a través de Venezuela, le habría permitido a Irán sortear el bloqueo al que lo han tenido sometido las potencias.

Muchos creen –y el extinto fiscal Alberto Nisman lo refrendó en su acusación contra la Presidenta y el canciller– que la “comisión de la verdad”, convenida en 2013 por la Argentina e Irán, escondía un acuerdo para intercambiar petróleo por cereales. No es lógico. Para que un país venda lo que tiene y compra lo que necesita, no hace falta un “memorándum de entendimiento” como el que se firmó. Además, ni nosotros estábamos desesperados por petróleo ni Irán por cereales. 

A la Argentina no le hacía falta, para completar su producción, grandes cantidades de crudo; y las que necesitaba podía comprárselas a cualquiera. Por otra parte, el ministro de Producción, Julio de Vido, ha explicado que “la Argentina nunca importó petróleo iraní porque tiene 1,3 % de azufre, lo cual impide su refinación aquí, donde no son tolerables niveles superiores a 0,2 %”.

Irán, a su vez, sabía (como todo el mundo) que la Argentina ya no era hoy ni la sombra del “granero del mundo”. 

Hay doce países que producen más trigo que nosotros, y seis que exportan más. Ucrania produce el doble. Pakistán también. Peor aun: hasta el propio Irán produce más trigo que la Argentina. Y para comprar un suplemento tiene un supermercado global. Puede comprar hasta trigo norteamericano, y de hecho lo hace, porque las sanciones no comprenden, por razones “humanitarias” la provisión de alimentos. 

El gobierno de la señora de Kirchner, sin necesidad de memorándum alguno, había triplicado las exportaciones por todo concepto a Irán, pasando de 319 millones de dólares en 2007 a 1.080 millones en 2011. Y eso mientras el gobierno argentino culpaba a funcionarios iraníes por el atentado contra la AMIA y exigía su extradición, como lo hicieron ante la asamblea de las Naciones Unidas el presidente Néstor Kirchner en 2007 y su esposa en 2008, 2009 y 2010.

El memorándum argentino-iraní de 2013 sólo puede obedecer a dos razones:


1. El gobierno argentino creyó, genuinamente, que una “comisión de la verdad” ayudaría a esclarecer el crimen de la AMIA.

2. Hubo un interés oculto que nada tenía que ver con el petróleo ni con los cereales.

¿Qué pudo querer Irán?


Las potencias estaba empeñadas en frenar el desarrollo atómico iraní, y hacían lo imposible para que Irán no recibiera material nuclear o know how. La Argentina, ha hecho un avance notable en materia nuclear: tiene tres centrales atómicas: Atucha (1974), Embalse (1983) y Atucha 2 (2011), diseñó su propio reactor de potencia y ha exportado (a Australia, Argelia, Egipto y Perú) reactores para la fabricación de radioisótopos. 

La presidenta del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara de Representantes norteamericana, Ileana Ros-Lehtinen, dijo en julio de 2011 que el presidente venezolano Hugo Chávez “habría intercedido ante la Argentina a favor de Irán para la obtención por medio de Venezuela de tecnología nuclear argentina”. La denuncia no fue avalada por el Departamento de Estado, para el cual no había “evidencias” de que se hubiese formado un triángulo Irán-Venezuela- Argentina para ayudar a Irán en el desarrollo de su programa nuclear.

Sin embargo, el 27 de ese mes, el instituto Gatestone –un organismo especializado en política internacional—afirmó: “Hay razones para creer que, con la ayuda de Venezuela, la Argentina está cooperando con Irán en asuntos nucleares, como parte de un acuerdo que incluye la disposición de la Argentina a retirar las acusaciones por los atentados de 1994 en Buenos Aires, a cambio de negocios”. Esa fue la primera vez que se habló de un acuerdo argentino-iraní que incluyera el caso AMIA.


Hubo luego indicios de un acercamiento entre ambos países. El 2 de octubre de 2012, FARS News Agency, la agencia de noticias iraní, informó que, en la Conferencia Ministerial de Seguridad Nuclear, el canciller Héctor Timerman había “defendido el programa nuclear de Irán, uniéndose a Venezuela en una muestra de apoyo al gobierno de Irán”. 

Era la interpretación exagerada de un párrafo que, de todos modos, resultaba sugestivo: Timerman había enfatizado que la Argentina apoyaba y participaba “activamente” en la “lucha contra el terrorismo nuclear”, a lo cual añadió que esa lucha no debía convertirse en “un medio indirecto de limitar los derechos a la autonomía tecnológica y el uso pacífico de la energía nuclear”. Irán ha sostenido siempre que sólo quiere radiosótopos para medicina nuclear, no para fabricar bombas atómicas.


El memorándum de 2013 produjo sorpresa e irritación en la Argentina. En 2010 la Presidenta había anunciado en Naciones Unidas su decisión de proponer a Irán que el caso AMIA fuera dirimido en “un tercer país”, con la participación de “delegados de las Naciones Unidas” y “observadores internacionales”. El memorándum estableció, en cambio, que el caso sería analizado en Teherán, por una comisión que al término de sus deliberaciones haría simple “recomendaciones” a cada país. Para interrogar a los iraníes acusados, los jueces argentinos debían ir a Irán.


En una de las cláusulas se establecía que el memorándum debía ser remitido por ambos cancilleres a Interpol. Timerman sostiene –y un ex jefe de Interpol ha confirmado– que la Argentina no pidió el levantamiento de las “alertas rojas” que pesaban sobre los sospechosos. En realidad, no hace falta: la “alerta roja” no es más que una comunicación a todo el mundo de que ciertas personas son buscadas por determinado país. Los países donde se los encuentre no tienen obligación de detenerlos. Mucho menos si el que busca y los buscados han entrado en negociaciones. 

Timerman jura que “el único compromiso” del gobierno argentino era “con los familiares de las víctimas”, en busca de “hallar en la verdad y obtener de la justicia la reparación debida”. Los familiares de las víctimas no creyeron que la verdad fuera a surgir de la comisión argentino-iraní.


Nunca se analizó seriamente la hipótesis sobre un acuerdo nuclear subrepticio. Sin embargo, en 2013 la propia Presidenta subrayó ante la Asamblea de Naciones Unidas, a propósito de nada: “Por lo demás, los miembros permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, negociarán a partir del 26 de febrero un Acuerdo Nuclear con la República de Irán”. Se refería al inicio de las negociaciones, aún en marcha, para resolver el conflicto. 

Ese mismo año Irán concedió una pequeña reducción de su plan nuclear a cambio de un relajamiento de las sanciones. No es seguro, ni tampoco improbable, que la perspectiva de un acuerdo con las potencias hubiera debilitado el interés de Irán en burlarse de la sanciones impuestas por esas potencias. Eso, y la fuerte reacción de la sociedad argentina –que de hecho bloqueó la constitución de la “comisión de la verdad”– explicarían que Irán haya desistido del acuerdo, negándose a ratificarlo. Lo que nunca quedó claro fue qué ventajas habría logrado de la Argentina si el pacto hubiese prosperado.


Para Irán, obtener tecnología nuclear, pasar a ser la sede del debate sobre el caso AMIA (sin obligación de acatar los resultados), y tener a sus acusados deambulando libremente por el mundo, eran todos beneficios tan desproporcionados que, sin duda, debió haber ofrecido a cambio algo difícil de imaginar.


Es muy poco verosímil que se fuera a pasar, como no faltó quien sospechara, dinero por debajo de la mesa. No al menos el precio de todo cuanto habría concedido la Argentina: una cantidad de dinero tan desorbitante que no habría pasado debajo de ninguna mesa. Pero es también inverosímil que el gobierno creyera, realmente, que el caso AMIA iba a esclarecerse en Teherán. 

La Argentina no habría sido favorecida en el caso de implementarse el acuerdo. Tampoco lo ha sido tras el fracaso. El país y el propio gobierno lo están comprobando. La desaparición de Nisman –por suicidio o por homicidio— fue un sismo que estremeció las instituciones y tendrá secuelas.


Fuente: Clarín
Fecha: 07/02/2015

https://www.clarin.com/politica/Verdaderas-razones-pacto-Iran_0_BJ2yJr9DXg.html

3.- Polémica por la presunta venta de reactores nucleares a Irán

En medio de una áspera discusión, el diputado Ricardo Gil Lavedra le preguntó a Héctor Timerman sobre la venta de un reactor a Teherán. El canciller lo negó, pero un documento oficial confirma la operación, realizada en 2008. Luego intentó explicarlo. Duros cruces con PInedo y Carrió.

El canciller Héctor Timerman y el diputado radical Ricardo Gil Lavedra protagonizaron un fuerte cruce en medio del plenario de comisiones de la Cámara baja en el que se discutió el memorándum de entendimiento con Irán por la causa AMIA y el kirchnerismo firmó el dictamen para sancionar la leyh mañana. 

"Nada, absolutamente nada, a diferencia del gobierno de la UCR, no hemos negociado ningún acuerdo comercial con Irán, ni he hablado de ningún otro tema", respondió Timerman a Gil Lavedra cuando éste le preguntó detalles de lo hablado con el régimen iraní. "Jamás he vendido, como lo hizo el gobierno de la UCR, cereales, jamás lo hice y jamás lo hemos hecho. Nuestro compromiso es con la Justicia, no con el comercio", enfatizó el funcionario. El diputado radical dijo que esa acusación "no" estaba "a la altura del debate" y la consideró "absurda". 

Entonces, Gil Lavedra le consultó sobre la venta de reactores nucleares a Irán en 2008, algo que aparece en un documento oficial de Cancillería. Pero el ministro lo negó: “No es cierto. Debe ser un error de la Cancillería. No es posible”, señaló. Luego, el diputado publicó en su cuenta de Twitter el documento donde figuran ventas de reactores por 5,09 millones.

Un rato después, Timerman interrumpió el plenario para hacer una aclaración. Entonces, pidió disculpas a los integrantes de la Cancillería y dijo que el error fue de él. A continuación explicó que las exportaciones se dividen por categorías y la número 84 es “reactores nucleares” y que incluye, entre otras cosas, “artículos de grifería” o “bombas de aire”. “Eso exportamos, no reactores nucleares”, dijo el canciller a los gritos. 

Timerman había comenzado el plenario de la Comisión de Comercio Exterior repitiendo los argumentos que dio en el Senado para justificar el acuerdo con Irán. “Antes Irán no cooperaba. Ahora por primera vez se manifiesta dispuesto a serlo y lo hace reconociendo la competencia de los jueces argentinos que había negado”. “Iran pasa a reconocerse como parte de esta controversia y admite que pude sospecharse de funcionarios de este país en relación al atentado”, agregó. 

Volvió con el dilema lingüístico para asegurar que los acusados serán indagados por la comisión, que estará integrada con cinco representantes de cada país. “El Código procesal argentino prohíbe que los acusados declaren contra si mismos. O sea que pueden rehusarse a suscribir el acta sin que eso invalide el acto procesal”.



“La comisión no viene a sustituir a la justicia. Es una instancia política y de asesoramiento para los Estados. En nada puede interferir la instrucción judicial en curso. El desplazamiento del magistrado en nada altera esa situación el envió de esta ley. Nuestro país llevan estos actos procesales para el avance en la investigación”, insistió.

Duro cruce con Pinedo

Hubo varios momentos de tensión durante la exposición de Timerman. El más duro fue el cruce con el diputado macrista Federico Pinedo. Este último, tras pedirle al canciller que abandone las chicanas, lanzó una acusación que hizo estallar al funcionario. Sobre el cierre de su intervención, Pinedo le planteó "si fue una exigencia de Irán firmar el acuerdo el día del Holocausto". 

Sacado y a los gritos, Timerman le pidió que "retire sus palabras". "Me voy a quedar aquí hasta las dos de la mañana hasta que no retire sus palabras. No voy a permitir que diga que acepté firmar esto el Día del holocausto", afirmó. "No esperaba de usted un golpe tan bajo, nunca pensé que iba a llegar a este punto", dijo Timerman luego de asegurar que el diputado lo había ofendido "en lo más profundo" de su ser. "Se ve que no le mataron a nadie en el Holocausto, sigan tirando nafta, sigan usando el Holocausto para hacer política, vergüenza le debería dar diputado", agregó. 

Por otro lado, Elisa Carrió también chicaneó a Timerman por su condición de judío. "Por el conocimiento y el cariño que nos hemos profesado, no entienda que esto es una cuestión personal y política", manifestó. "Los dos sabemos que somos profundamente creyentes, yo soy judía espiritual... Le quiero decir que yo siento que usted me ha entregado y ha entregado al pueblo hebreo y al argentino ", arremetió.

"Hubiera renunciado antes de firmar esta vergüenza. Se lo digo de corazón", afirmó. Timerman no le respondió. Agustín Rossi tomó la palabra, raro por tratarse de una reunión de Comisión. Defendió el acuerdo al considerarlo como "la única posibilidad cierta" para que "la justicia argentina se ponga frente a los acusados de ser los responsables del atentado". 

Rossi hizo un racconto de las acciones de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner en torno de la investigación de la AMIA, criticó la administración de Alfonsín por la venta de armas a Irán en los \'80 y cuestionó al macrismo por la designación del comisario Jorge "Fino" Palacios, acusado de dirigir escuchas telefónicas y de "negar el holocausto", en el gobierno porteño. 

Fue uno de los momentos más tensos. Sergio "el rabino" Bergman, legislador porteño del PRO, seguía la gestión desde un costado y empezó a cruzarse gestos con diputados y asesores kirchneristas, que estaban en la otra punta del salón. "Denmen en micrófono y hablo", los chicaneaba el rabino. Las voces fueron subiendo de tono hasta que Laura Alonso, diputada macrista, empezó a gritarle a Andrés "Cuervo" Larroque. El diputado kirchnerista le había dicho "callate atorranta". 

"Escuché muchas cosas de la oposición pero no escuché qué hacer", cerró Rossi. Pronto llegaron los titulares de la DAIA y la AMIA, a quienes les alcanzaron los diez minutos para argumentar su rechazo. Firmes en su postura, tanto la AMIA como la DAIA no cedieron en acompañar el memorando de entendimiento suscrito entre Argentina e Irán por el atentado a la mutual judía. Así lo hicieron notar los titulares de ambas entidades, Guillermo Borger y Julio Schlosser, durante el plenario de comisiones de este martes. 

Julio Schlosser, de la DAIA, le recordó a Rossi que acompañaban todas las actuaciones del kirchnerismo sobre el atentando pero habían llegado a la Cámara para discutir sobre el memorándum. “Seguimos escuchando los mismos discursos, las mismas respuestas del canciller, pero el memorándum sigue siendo dilatorio, ambiguo e incompleto”, consideró Borger, quien denunció que “avanzar con este tratado es asociarnos al estado teocrático de Irán”, “Seguimos escuchando los mismos discursos, las mismas respuestas del canciller, pero el memorándum sigue siendo dilatorio, ambiguo e incompleto”, consideró Borger, quien denunció que “avanzar con este tratado es asociarnos al estado teocrático de Irán”. “Algunos dicen que es un paso adelante; es un paso adelante, pero cayendo al precipicio”, sentenció el presidente de la AMIA, y dejó un mensaje a los legisladores: “Voten con conciencia y no por obediencia debida”, pidió.

El abogado de la entidad, Miguel Bronfman, remarcó la “inconstitucionalidad” del acuerdo por violar las garantías del debido proceso. Indicó además que “es mentira que la causa pueda llegar a juicio”, como explicó Timerman, ya que “la indagatoria no va a permitir nada”. “Han tergiversado las reglas del derecho procesal argentino”, subrayó. Como en el Senado, el cierre volvió a estar a cargo de Laura Ginsberg, representante de APEMIA y una de las más críticas de las diferentes etapas de la causa AMIA. “Si votan esta ley votan la impunidad. Se va a consagrar la ley de punto final”, insistió. Recordó que cuando Néstor Kirchner firmó un decreto que habilitaba a incorporar los documentos de la SIDE en la investigación.

Fuente: La Politica On Line
Fecha: 26/02/2013

http://www.lapoliticaonline.com/nota/67754/

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